Farfán de García Montero, Cristina

(1846-1880) Poeta y narradora. Nació en Mérida el 24 de julio de 1846 y falleció en San Juan Bautista, Tabasco el 22 de agosto de 1880. Fue educada por el literato José García Montero, con quien se casó. Su principal actividad fue el magisterio: fue profesora del colegio “La encarnación”, fundadora de la sociedad “La Siempreviva” y del colegio “El Porvenir” en Tabasco, donde editó el periódico “El Recreo del Hogar”, de corte literario. Fue socia del Liceo Hidalgo de México y del Liceo de Mérida, de las sociedades literarias de Espita y Progreso y de la Sociedad Amigos del Estudio de Tabasco. No publicó ningún volumen de versos, estos se encuentran en las colecciones de “Biblioteca de Señoritas”, “La siempreviva” y “El Recreo del Hogar”. También escribió prosa[1].

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SELECCIÓN POETISAS MEXICANAS[2]

LA FLOR DEL BOSQUE

Allá en espeso monte,

Oculta por las copas

De los frondosos árboles,

Salió una flor ignota.

Viendo pasar felice

Su vida silenciosa,

Bajo el ramaje espeso

Que le brindara sombra,

Siempre en tranquila calma

La brisa sorprendióla,

Y con cariño blando

Acarició sus hojas.

El tierno pajarillo

En armoniosas trovas

Cantóle sus amores

A la flor orgullosa.

El aura enamorada

Y la naciente aurora,

Rindiéndole tributo

La pusieron en boga;

Mas ella muy altiva,

Con su voz desdeñosa

Dijo un día á los árboles

Viendo sus altas copas:

¿Por qué tenerme siempre

Presa en obscura sombra

Sin admirar los rayos

De ese sol que colora,

Anima y vivifica

Cuanto la tierra abona?

¿Por qué ocultáis mi tallo

Bajo esas densas hojas?

¿Acaso por envidia

Me escondéis silenciosa?

Respóndenle los árboles

Á la flor habladora

Con muy buenas razones,

Y ella á consejos sorda,

Sigue su charla osada

Y siempre presuntuosa;

Hasta que al fin, rendidos

De escucharla, sus copas

Separan con cuidado

Dejando á la flor sola.

Entonces el sol ardiente

Que todo lo devora,

Tostó su débil tallo

Y marchitó sus hojas.

Así siempre sucede

¡Oh queridas lectoras!

Á aquellos que desprecian

Máximas provechosas.

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MI TODO

Eres mi bien, mi dicha, mi alegría;

Único ser que con delirio ardiente

Adora mi alma, y cuyo amor ferviente

¡Ay! mi entusiasta corazón ansía.

Eres mi fe, mi gloria, mi esperanza;

El arcángel de luz que me ilumina;

El faro bienhechor que me encamina

Al lugar de la dicha y bienandanza.

Sin ti, soy nada, mi adorado dueño;

Sin ti, la muerte me será querida;

Porque tú eres el ángel de mi sueño;

Porque tú eres el todo de mi vida.

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MI HOGAR

Casita, casita blanca,

Donde mi amada vivió,

De rayos y de huracanes

Te libre por siempre Dios.

(ANTONIO TRUEBA)

Casita, casita alegre

De la loma de Esquipulas;

Donde querida y contenta

Vivo para mi ventura;

Donde el pensamiento mío

Adormece sus angustias,

Cuando recuerdo á mi madre,

Amante como ninguna,

Tornar la vista doliente

Hacia la celeste altura

Para rogar por su hija

Que cerca de ella no escucha.

En ti me paso las horas

Contemplando una laguna

Que el sencillo barquichuelo

Sus tranquilas aguas surca;

Donde la zancuda garza,

Con su nítida blancura,

Sus lindas alas extiende

Y con pausa el lago cruza.

En ti admiro de los campos.

La poética verdura,

Símbolo de la esperanza

Que tiene el hombre en sus dudas.

Mil paisajes deliciosos

Cubren la vasta llanura:

Aquí se miran los templos

Con sus campanas negruzcas;

Allá la chocita humilde

Del pescador, que se oculta

Entre los espesos tintes

De lindas hojas menudas;

Y más allá un puentecito,

Blanco como el alba pura,

Bajo el cual pasan las aguas

De un río de blanca espuma.

Grandes y bellos ganados

Pacen cabe la laguna,

En donde todo es hermoso

Y tan pródiga es natura.

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Casita, casita alegre

De la loma de Esquipulas,

Que en ti no dejen los tiempos

Su huella implacable nunca;

Porque en brazos de mi esposo

Vivo, para mi ventura,

Siempre querida y contenta;

Siempre en confidencias mutuas.

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[1] La voz ante el Espejo. Reyes Ramírez, Rubén. Tomo I. Instituto de Cultura de Yucatán, México. 1995. P. 346.

[2]POETISAS MEXICANAS. SIGLOS XVI, XVII, XVIII, XIX. Vigil, José María. Universidad Nacional Autónoma de México. Dirección General de Publicaciones, México. 1977. Pp. 217-219.