Barrera, Guillermo (Jacobo Niebla)
Nació en Mérida el 29 de agosto de 1968. Es licenciado en derecho, ejerce su profesión y es maestro de literatura y economía a nivel preparatoria.
Miembro del taller Carlos Moreno Medina y del taller literario de la Universidad Autónoma de Yucatán.
Fue asesor literario del taller independiente y coordinador cultural de la Federación Estudiantil Universitaria.
Empezó a escribir en 1985. Ha obtenido 5 primeros lugares en concursos organizados por la Facultad de Derecho de la UADY y un segundo lugar en el organizado por el IMSS en 1991.
Ha colaborado en publicaciones locales: Diario del Sureste, Tribuna, Novedades y La Revista.
Obra:
-“Marea y fuego” (en prensa)[1].
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Selección de La Voz ante el Espejo[2].
Anónimo
Melancolía es la dicha de estar triste
Milán Kundera
Lo escribí en la epifanía del silencio,
para que nunca sepas quién lo hizo:
Te Quiero…
Convocó fantasmas para olvidarte,
retorció canciones
para llorar a oscuras.
Proscrito al tiempo,
anárquico y rebelde,
enfurecido;
sujetó la luna
a tu recuerdo.
Lo encontrarás
besándote en las sábanas,
pasando a cuchillo el imposible;
lo reconocerás
y sabrás mío,
anónimo de otoño,
romántico y bohemio
te quiero…
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El sueño no se rompe
Silencio,
Luna impenetrable;
noche ajena
que intimida…
El sueño no se rinde,
somos otros,
con sabor a frutas
y pecado
en la conciencia…
Madrugada entre los ojos,
adagio de cristal,
los besos no terminan;
el conjuro no se rompe…
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Selección de Los convidados[3].
TU NOMBRE ES MUJER
Mujer,
uno nunca sabe explicarse
qué misterios escondes
tras los párpados;
qué pecados ostenta
el santoral de tu piel.
Uno nunca sabe,
los nombres amados
que acaricia el silencio
en tu boca,
qué universos se fuman tus manos,
qué espejismos nocturnos
te suelen perder…
Mujer,
uno nunca sabe el perímetro
de tus sueños;
ni las razones que hacen
que llueva tu llanto
en tono café.
Uno nunca sabe explicarse:
qué estaciones acentúan tus pasos,
qué oraciones adquieres a plazos,
qué paradojas te exilian,
Mujer…
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ULTRAMARINA
Cuerpos en crepúsculo
preludiando mar,
vórtice de sueños,
crepitar de caracolas
sugiriendo intimidades;
ardentía impregnada de luna
-exégesis de ti-
algas en catarsis
derrocando fingidos horizontes,
conciliábulo en arena
-silencio que reprueba la moral-
frenesí de playa,
naufragio nocturno
-pleamor-
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EL VICIO DE TU CUERPO
Como en un principio,
llueve…
Hemos hecho el amor hasta cansarnos;
la consigna es no dormirse
hasta que la luna nos contagie.
La piel pregona dulces perversiones
al horizonte de las seis,
panoramas salvajes y precisos
se acentúan en tus ojos,
el azar guarda el silencio entre las manos;
las bocas se agigantan
y las sombras crecen,
no es el tiempo lo que curva la voz…
Estás a mi lado
inmutable, irreflexiva…
Encontraré nuevos pecados en la noche
para darte al retornar
al antiguo vicio de tu cuerpo…
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[1] La voz ante el Espejo. Tomo II. Reyes Ramírez, Rubén. Instituto de Cultura de Yucatán, México. 1995. P. 279.
[2] La voz ante el Espejo. Tomo II. Reyes Ramírez, Rubén. Instituto de Cultura de Yucatán, México. 1995. Pp. 280-281.
[3] Los convidados. Coord. Zapata Bello, Rolando y Jorge Cortés Ancona. Instituto de Cultura de Yucatán/ ISSSTE/CEPSA México, S/A. Pp. 24-26.
